Una ola de contratos inteligentes fraudulentos sacude el ecosistema Ethereum. Un jugador importante en el sector advierte contra una red sofisticada de direcciones vinculadas a actividades maliciosas, destacando las crecientes amenazas a la seguridad de los usuarios de blockchain.
Una operación maliciosa bien orquestada
- Más de 1.300 contratos sospechosos identificados: una auditoría interna revela la presencia de más de 1.300 contratos inteligentes diseñados para engañar a los usuarios. Estos códigos hacen posible en particular interceptar fondos o modificar el comportamiento de las aplicaciones descentralizadas (DAPPS).
- Una red estructurada de billeteras fraudulentas: las direcciones involucradas funcionan en una red y parecen seguir un modo de operación automatizado. Toda la operación está estructurada para evitar detecciones convencionales, lo que hace que sea particularmente difícil neutralizar.
Un peligro creciente para los usuarios de Ethereum
- Estafas a través de tokens o Ardrops atrapados: entre los métodos utilizados: Airdrops o tokens falsos que invitan a los usuarios a interactuar con contratos infectados. La aprobación simple puede ser suficiente para dar acceso a una billetera.
- Las víctimas atacadas a través de plataformas conocidas: las direcciones de malware a menudo interactúan con servicios de intercambio de renombre, aumentando su aparente legitimidad y la probabilidad de que los usuarios caigan en la trampa.
Oportunidades y riesgos
Oportunidades :
- Fortalecimiento de las herramientas de auditoría y seguridad para Deffi
- Creación de bases de datos de la comunidad para informar direcciones de riesgo
Riesgos:
- Pérdida de la confianza del usuario en el ecosistema de Ethereum
- Propagación de métodos similares en otras blockchains compatibles con EVM
Conclusión
Esta revelación recuerda que incluso las cadenas de bloques más establecidas siguen siendo vulnerables ante las innovaciones maliciosas. Destaca la urgencia de fortalecer los mecanismos de seguridad y conciencia en el universo criptográfico. Para los usuarios, la prudencia y la verificación de los contratos antes de que cualquier interacción se vuelva más crucial que nunca.