En los últimos años, la tecnología blockchain está en auge y se ha convertido en un auténtico motor de innovación en el sector bancario. Los bancos centrales de todo el mundo están explorando activamente esta tecnología para crear monedas digitales y revolucionar sus sistemas de pagos públicos. Pero, ¿qué son exactamente las CBDC y cuáles son sus aplicaciones? En este artículo, le explicamos todo lo que necesita saber sobre las monedas digitales de los bancos centrales y lo que está en juego.
Moneda digital: definición
Una moneda digital de banco central (CBDC) es una forma de moneda digital descentralizada emitida por un banco central. Utiliza la tecnología blockchain para generar y almacenar transacciones públicas, así como para recopilar información sobre movimientos financieros.
Esta tecnología permite a los usuarios mantener el control de sus fondos al tiempo que ofrece un sistema de pago rápido y seguro. Las monedas digitales son diferentes de las criptodivisas como Bitcoin, que no están reguladas por gobiernos o bancos centrales.
Ventajas y desventajas
La CBDC puede ofrecer una serie de ventajas, como una mayor eficiencia en las transferencias internacionales, la posibilidad de recibir pagos de forma instantánea y gratuita, mayores niveles de seguridad gracias a la tecnología blockchain y acceso a servicios bancarios para las personas no bancarizadas. Sin embargo, también existen ciertos riesgos asociados al hecho de que las monedas digitales de los bancos centrales presentan el mismo tipo de incertidumbre que cualquier otra moneda digital.
Por ejemplo, los cambios políticos o normativos pueden afectar a su valor y los inversores deben ser conscientes del riesgo que ello conlleva.
Diferencia entre monedas tradicionales y digitales.
¿Qué proyectos de CBDC están en marcha actualmente?
Proyectos en curso en Europa
En Europa, varios países han anunciado planes para establecer sistemas de pago basados en blockchain. El Banco Central Europeo ha puesto en marcha un proyecto llamado «One Digital Euro», que funciona como un medio de pago electrónico que puede ser utilizado por todos en la eurozona. Al igual que el efectivo en la actualidad, sería seguro y fácil de usar. Los usuarios podrán pagar en euros digitales utilizando una tarjeta o una aplicación móvil.
Otros países europeos como Italia y España también están trabajando en su propia versión de Moneda Digital Europea.
Proyectos en marcha en todo el mundo
En el resto del mundo, varios países también han anunciado planes para crear sistemas de pago basados en blockchain.
China ha anunciado un proyecto llamado «Digital Yuan» que tendría como objetivo ofrecer una alternativa a los sistemas de pago existentes, mientras que en Suecia, The Riksbank lleva trabajando en una CBDC llamada e-krona desde 2017 que está diseñada para ayudar a resolver los problemas de pagos y transacciones en efectivo.
Estos proyectos aún están en desarrollo y todavía no hay un calendario claro para su despliegue completo. Sin embargo, ilustran el creciente interés de los bancos centrales de todo el mundo por las CBDC y su potencial para configurar el futuro de los pagos y las finanzas.
El yuan digital es un proyecto de CBDC desarrollado por el Banco Popular de China (PBOC). Se anunció por primera vez en 2014.
¿Cuáles son los retos de los CBDC?
Retos tecnológicos
Las monedas digitales de los bancos centrales también se enfrentan a importantes retos tecnológicos. Blockchain es complejo y quizás difícil de entender y manipular, lo que puede plantear problemas a los usuarios no informados.
Además, todavía se está investigando mucho sobre cómo puede mejorarse blockchain para apoyar el comercio internacional y otras aplicaciones.
Retos normativos
Otro reto importante al que se enfrentan los CBDC es su regulación. Los gobiernos de todo el mundo están tratando de aplicar una normativa eficaz para garantizar el uso legítimo de estas monedas digitales y, al mismo tiempo, abordar los riesgos asociados a su uso, como el blanqueo de capitales, el fraude y la financiación del terrorismo.
Por ello, muchos países están trabajando en marcos jurídicos coherentes que permitan una mayor adopción de las monedas digitales.
En conclusión, las monedas digitales de los bancos centrales son una forma de dinero descentralizado que puede ofrecer una serie de ventajas a los usuarios, como una mayor eficiencia en las transferencias internacionales y un mayor nivel de seguridad gracias a la tecnología blockchain. Numerosos proyectos comerciales están en marcha en todo el mundo para promover el uso de estas monedas digitales y resolver los retos tecnológicos y regulatorios que impiden su adopción generalizada.