Los inversores extranjeros que poseen bonos franceses temen que la actual inestabilidad política en Francia pueda desencadenar una crisis de la deuda europea similar a la vivida hace más de una década, según Gregor Hirt, responsable de inversiones multiactivos de Allianz Global Investors. Con 156.000 millones de euros en activos bajo gestión, Hirt señala que Francia tiene una mayor proporción de inversores extranjeros en bonos que sus homólogos del G10, lo que suscita preocupación por las posibles consecuencias de la actual agitación política.
Francia, país clave para la estabilidad de la zona euro
Para evitar un posible aumento de los diferenciales de rendimiento de los bonos, las autoridades francesas deben tranquilizar a los inversores internacionales sobre la estabilidad de las finanzas del país. Francia es un socio indispensable para Alemania y la Unión Europea, sin el cual no será posible una mayor integración y reparto de riesgos. Para que Francia siga siendo percibida como un país "central" de la eurozona y no como un país "periférico", a pesar de que sus finanzas públicas estén sometidas a tensiones, es esencial contar con un Gobierno lo suficientemente equilibrado.
Los riesgos de una nueva crisis de la deuda
Los inversores temen que una victoria electoral de la extrema derecha pueda empeorar aún más la situación de la deuda de Francia, lo que podría poner a París en rumbo de colisión con Bruselas. Bruno Le Maire, ministro francés de Finanzas, advirtió el viernes de que Francia se arriesgaba a una crisis financiera si ganaba Marine Le Pen. Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg Bank, dijo que si el partido de Le Pen tomaba el control del Parlamento y los inversores huían, la situación "podría convertirse fácilmente en una crisis financiera al estilo de Liz Truss".
La importancia de tranquilizar a los mercados
Los analistas coinciden en que las elecciones anticipadas representan un momento peligroso para Francia y el continente en su conjunto. Krishna Guha, analista de Evercore ISI, afirma que las elecciones anticipadas han hecho resurgir "un conjunto tóxico de riesgos que amenazan con una fase prolongada de disfunción en la UE y, en el peor de los casos, podrían amenazar con una nueva crisis del euro". Para evitar una nueva crisis de la deuda, es crucial que las autoridades francesas tranquilicen a los inversores sobre la estabilidad de sus finanzas públicas en las próximas semanas.