Los locos días en que las criptodivisas carecían prácticamente de marco legal han terminado. Valoradas en más de 3 billones de dólares en noviembre de 2021, los gobiernos de todo el mundo no podían permanecer indiferentes ante este mercado. A pesar de las críticas vertidas contra las monedas virtuales, pronto se hizo sentir la idea de que ellos también debían tener un trozo del pastel. Sin embargo, la imposición de un marco legal en torno a las criptodivisas no se debe únicamente a intereses financieros.
Gracias a su anonimato y descentralización, las criptomonedas se utilizan muy a menudo para blanquear dinero o financiar actividades ilegales. Por ello, los gobiernos del mundo han tenido que actuar en consecuencia. De ahí la exigencia de que cualquiera que posea criptomonedas las declare al gobierno. Esta obligación existe en la mayoría de los países, incluida Francia.
¿Hay que pagar impuestos por las criptomonedas en Francia?
En Francia, todas las ganancias de capital obtenidas con criptodivisas están gravadas con una tasa del 30%. Es decir, el 12,8% del impuesto sobre la renta, combinado con el 17,2% de la cotización a la seguridad social. Sin embargo, este impuesto sólo se aplica si convierte su plusvalía en criptomoneda, en euros. Con una excepción. Si el importe de su plusvalía en criptomoneda no supera los 305 euros al convertirla en euros, no tendrá que declarar nada. No obstante, mientras no convierta sus ganancias en criptodivisas, a raíz de diversas transacciones por ejemplo, no tributará. A pesar de ello, tendrá que declarar sus criptodivisas al gobierno. Visitando esta dirección, sabrá cómo declarar sus cuentas de criptomonedas gracias a una guía detallada.
¿Cómo declarar sus criptomonedas al Estado?
Existen varias formas de declarar sus criptodivisas.
Plataformas de intercambio
Para empezar, si tienes cuentas en plataformas de intercambio de criptomonedas como Binance, Crypto.com o Coinbase, estás obligado a declararlas. En la mayoría de los casos, estas plataformas tienen su sede en el extranjero. Esto significa que las autoridades fiscales francesas no tienen forma de saber si sus cuentas están realmente a su nombre. De ahí la obligación de declarar su existencia en su declaración anual de la renta.
Sanciones (plataformas)
El artículo 1736 del CGI, el Código General de Impuestos francés, impone una multa de 750 euros a quien no declare sus cuentas. En caso de inexactitud deliberada por su parte en relación con su declaración, la multa es de 125 euros. Las multas pueden oscilar entre 250 y 1.500 euros cuando el valor de una cuenta no declarada supere los 50.000 euros.
Declarar las plusvalías
El método de cálculo impuesto por la CGI para declarar las plusvalías es largo y tedioso. Lo mismo ocurre con los trámites administrativos que se le piden al hacer su declaración. Aunque existe toda una serie de artículos que explican cómo hacerlo, no deja de ser complejo. Así que si no quiere pasarse horas haciendo cálculos y papeleo, hay una alternativa. La plataforma francesa Waltio, conocida por su fiabilidad, puede realizar su declaración de la renta de forma casi instantánea.
Sanciones (plusvalías)
Si comete un error al calcular el total de sus ganancias patrimoniales del año, puede estar sujeto a un recargo fiscal del 10%. Sin embargo, si el error es involuntario y, por tanto, se rectifica en un plazo de 30 días, el aumento se anulará. En cambio, si se ha equivocado deliberadamente en su declaración, el recargo será del 40% sobre las cantidades adeudadas. Por último, si se comprueba que se ha cometido un error deliberado para realizar maniobras fraudulentas, el recargo será del 80%. Si esta maniobra resulta ser un intento de fraude fiscal, se arriesga a cinco años de cárcel y a una multa de 500.000 euros. Si sus ganancias superan la multa, ésta puede llegar a los 2 millones de euros.