21 millones. Este es el número de unidades elegido por Satoshi Nakamoto cuando creó Bitcoin. Hoy en día, se estima que hay alrededor de 19 millones de Bitcoins en circulación. Por insignificante que parezca, este dato es esencial para comprender la relevancia de Bitcoin. Cuando se compara Bitcoin con el oro digital, la mayoría de la gente no entiende cómo puede compararse con el oro. Porque no saben que sólo hay 21 millones.
De moneda a depósito de valor
Bitcoin apareció como la primera criptodivisa de la historia en 2009, pero ya no se considera una moneda en el sentido estricto de la palabra. Es decir, un medio de cambio estable que puede utilizarse para realizar compras cotidianas. Como el euro o el dólar, por ejemplo. Dicho esto, hoy en día Bitcoin se asocia a una reserva de valor. Pero, ¿cómo es posible?
Creando un efecto de escasez
Satoshi Nakamoto tomó una decisión crucial cuando creó Bitcoin al limitar su oferta monetaria a 21 millones de unidades. El objetivo de esta decisión era crear un efecto de escasez en el funcionamiento de la criptodivisa. Inspirándose en metales raros como el oro, la plata y el bronce, Satoshi Nakamoto trató de reproducir la dinámica de una fiebre del oro en torno a Bitcoin, con el objetivo de aumentar su valor con el tiempo.
La idea detrás de esta limitación es simple: cuanto más raro es un activo, más valioso tiende a ser. Al restringir la oferta de Bitcoins a sólo 21 millones de unidades, Nakamoto ha creado una escasez intrínseca que alimenta el interés y la demanda de esta criptodivisa. Esta escasez programada anima a la gente a adquirir Bitcoins con la esperanza de beneficiarse de su potencial aumento de valor a largo plazo.
Uno de los principales beneficios de esta estrategia es la protección contra la inflación. Muchos países, entre ellos Francia, se enfrentan a altas tasas de inflación, como indica el INSEE con una inflación del 6,8%. La inflación reduce con el tiempo el poder adquisitivo de las monedas tradicionales, porque su oferta no es limitada. En cambio, gracias a su oferta monetaria limitada, Bitcoin escapa a este riesgo inflacionista, ofreciendo una alternativa atractiva para quienes buscan preservar el valor de sus ahorros a largo plazo.
Al crear un ecosistema en el que la escasez está intrínsecamente ligada al valor, Satoshi Nakamoto ha introducido una dinámica económica única en el mundo de las criptomonedas. Esta decisión estratégica ha provocado un creciente interés por Bitcoin como depósito de valor a largo plazo, así como medio de pago descentralizado y seguro.
La fiebre del oro se traduce en mineros
Una transacción bitcoin
Imagine que quiere enviar bitcoins a un amigo. Digamos que quiere enviar bitcoins por valor de 100 euros. Al activar la transacción, se le presentará automáticamente un complejo problema matemático.
Este problema está diseñado para que la transacción que está a punto de realizarse sea lo más segura posible. Así que, para que tu transferencia se lleve a cabo, necesitas resolver este problema matemático. Pero usted no tiene la potencia de cálculo para hacerlo.
Es entonces cuando interviene otra persona para resolver el problema que te han impuesto, utilizando su propia potencia de cálculo. Una vez que han resuelto el problema matemático, puedes transferir bitcoins por valor de 100 euros.
A cambio de permitirte hacer una transacción a tu amigo, le darás una recompensa en bitcoins a la persona que te ha ayudado (es la comisión de transacción). Esto se conoce como "prueba de trabajo".
Oro digital
Pero debes saber que cada 4 años aumenta la dificultad de los problemas matemáticos y disminuyen las recompensas por resolverlos. Esto se conoce como "reducción a la mitad". Como resultado, obtener bitcoins resolviendo problemas, y por tanto validando transacciones, es cada vez más complicado.
¿Y qué ocurre cuando las posibilidades de encontrar bitcoins son escasas? Su valor aumenta considerablemente. Que conste que sólo hay 21 millones de unidades. Así que cada 4 años, Bitcoin sube tanto que supera sus máximos anteriores.
Por analogía con la fiebre del oro, las personas que validan las transacciones de los usuarios se conocen como "mineros". Sus poderes computacionales, que podrían compararse a picos y palas, se utilizan para buscar oro, es decir, Bitcoin.
Pero como el oro es cada vez más escaso, debido al creciente número de mineros que lo explotan, encontrar Bitcoin se vuelve mucho más difícil (se reduce a la mitad). Con una cantidad limitada de 21 millones, una sola pepita de oro tiene un valor inconmensurable. Y este valor sigue creciendo con el tiempo.
Crecimiento a largo plazo
Por tanto, poseer oro, o al menos Bitcoin, es poseer un depósito de valor fiable que no hace más que aumentar con el tiempo. Hoy en día, se estima que se han acuñado alrededor de 19 millones de Bitcoins desde su creación en 2009. Y, como habrás adivinado, cuanto más nos acerquemos a la marca de los 21 millones, más aumentará el valor de Bitcoin. Dejando lugar a varios escenarios para su desarrollo futuro.
2030: Bitcoin a 1 millón de dólares
Cathie Wood, CEO del fondo de inversión Ark Invest, afirmó en el evento Bitcoin 2022, celebrado en el Centro de Convenciones de Miami Beach, que en 2030 Bitcoin valdrá 1 millón de dólares. Aunque se trata de un escenario muy optimista, no deja de ser coherente. Esto se debe a las propiedades técnicas de Bitcoin (reducción a la mitad, mineros, 21 millones de unidades), que han hecho que Bitcoin haya crecido casi sin descanso desde 2009.
En el momento de escribir estas líneas, Bitcoin vale 21.533 dólares. Bitcoin ha experimentado un importante descenso desde noviembre de 2021. Desde los 60.000 dólares hasta su precio actual. Pero si asumimos que la próxima reducción a la mitad tendrá lugar en 2024, habiendo tenido lugar la anterior en 2020, es muy probable que Bitcoin vuelva a subir hasta superar su antiguo máximo.
