El debate entre los partidarios de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH) es un clásico en el universo cripto, y se intensifica cuando se plantean cuestiones fundamentales. Un investigador de Ethereum defendió recientemente el modelo de emisión de ETH, lo que provocó una reacción violenta y algunos llegaron a acusar a la cadena de bloques de Bitcoin de estar "cocinada" (manipulada). Este artículo explora los argumentos de ambos lados, analiza las diferencias entre los modelos de emisión de BTC y ETH y examina las implicaciones para la seguridad y la descentralización de estas dos criptomonedas.
El ataque a Bitcoin y la defensa de Ethereum
La acusación de que la blockchain de Bitcoin está “cocinada” sugiere que puede haber manipulación o prácticas no transparentes en el proceso de minería o distribución de nuevos bitcoins. Esta acusación, aunque potencialmente exagerada, resalta las preocupaciones sobre la concentración del poder minero entre unos pocos actores principales (pools de minería) y el potencial de ataques del 51% que podrían comprometer la seguridad de la cadena de bloques.
En respuesta a estas acusaciones, el investigador de Ethereum defendió el modelo de emisión de ETH, que ha evolucionado con el tiempo. Después de la fusión, Ethereum pasó de un sistema de prueba de trabajo a un sistema de prueba de participación. Este cambio redujo radicalmente el consumo de energía de Ethereum y cambió la forma en que se acuña nuevo ETH. El investigador sostiene que este modelo es más sostenible y más justo que el de Bitcoin.
Bitcoin vs Ethereum: dos enfoques distintos para la emisión
El modelo de emisión de Bitcoin se caracteriza por un halving (división por dos) cada 4 años, reduciendo a la mitad la recompensa ofrecida a los mineros por cada bloque validado. Este mecanismo tiene como objetivo crear escasez artificial y controlar la inflación. El número total de bitcoins que se crearán alguna vez está limitado a 21 millones, lo que lo convierte en un activo deflacionario.
El modelo de emisión de Ethereum, por otro lado, es más flexible y puede ajustarse en función de las necesidades de la red. Después de la fusión, la emisión de ETH disminuyó significativamente y, en determinadas circunstancias, la oferta de ETH puede incluso volverse deflacionaria. A diferencia de Bitcoin, no existe un límite máximo para la cantidad de ETH que se pueden crear. Los defensores de Ethereum creen que esta flexibilidad permite que la política monetaria se adapte mejor a las necesidades de la red.