La principal ventaja de un NFT es que no puede copiarse, pero puede comprarse, venderse, intercambiarse, prestarse o incluso destruirse. Pero, ¿qué pasa con el NTT, un token intransferible, como su nombre indica, que permanece en nuestra cartera para la eternidad?
¿Qué es NTT?
Técnicamente, el NTT es un token intransferible e indestructible vinculado a la dirección de transferencia en la blockchain. Una vez recibido de un tercero, es tuyo para siempre, al menos mientras vivas. Es, por tanto, un activo que te pertenece y que nadie puede arrebatarte.
¿Para qué aplicaciones puede utilizarse NTT?
En el caso de las fichas intransferibles pueden utilizarse diplomas, permisos u otras licencias. No hace falta sacar el carné de conducir, basta con mostrar un carné de conducir NTT en el teléfono durante un control policial. Práctico, ¿verdad?
¿Tienes tu diploma? Echa un vistazo a mi NTT, tiene mi nombre, mi foto y el resultado, summa cum laude. Convincente, ¿verdad?
Sí y no. Aunque en un principio pueda parecer que simplifica la vida y tranquiliza al titular de un NTT, también podría abrir la puerta a un mundo distópico en el que las libertades individuales estén sujetas a un control virtual y legislativo. Imagínese que está en la caja de un supermercado y le deniegan el pago mediante un chip subcutáneo. ¿El motivo? Tu «permiso para adquirir bienes de consumo no veganos» NTT indica que has superado tu cuota mensual. Adiós filete de costilla Charolais, hola pastel de quinoa con sabor a soja.
Como cualquier innovación, la NTT traerá su parte de buenas y malas sorpresas. Su inclusión en la cadena de bloques, indestructible e intransferible, dará lugar sin duda a aplicaciones útiles y relevantes. Pero cuidado: un uso excesivo e infantilizante también podría estropear nuestra vida cotidiana, sobre todo cuando se trata de gestionar crisis sanitarias o medioambientales.
En el momento de escribir este artículo, Antoine Garet era el fundador del token Everace en everace.io. Puedes encontrarle en Facebook y Twitter.