La trayectoria de Bryan Johnson, que ha pasado de vender teléfonos móviles a ser pionero en interfaces cerebro-ordenador y explorar técnicas antienvejecimiento, pone de manifiesto su incesante afán de innovación y mejora. A través de empresas como Braintree, OS Fund y Kernel, Bryan Johnson no ha dejado de ampliar los límites de la tecnología.
Sin embargo, su empeño más intrigante es el Proyecto Blueprint, un audaz intento de desafiar al envejecimiento mediante rigurosos métodos de biohacking. Desde la restricción calórica y los suplementos hasta las controvertidas transfusiones de plasma, la búsqueda de la longevidad de Bryan Johnson desafía los límites de la ciencia y la medicina. Mientras continúa explorando las fronteras del potencial humano, el trabajo de Johnson promete remodelar nuestra comprensión del envejecimiento y las capacidades humanas.
Primeros pasos y comienzos empresariales
El espíritu emprendedor de Bryan Johnson quedó patente muy pronto: entre 1999 y 2003 lanzó tres empresas. Su primera aventura consistió en vender teléfonos móviles, lo que le ayudó a financiar sus estudios en la Universidad Brigham Young. Johnson contrató a compañeros universitarios para vender planes de servicio y teléfonos móviles, ganando unos 300 dólares de comisión por venta.
Las dos siguientes aventuras de Bryan Johnson fueron Inquist, una empresa de VoIP que combinaba características de Vonage y Skype, y un proyecto inmobiliario de 70 millones de dólares con su hermano. A pesar de que estos proyectos no alcanzaron sus objetivos de ventas, Johnson no se desanimó.
Braintree: Revolucionando los sistemas de pag
En 2007, Bryan Johnson fundó Braintree, una empresa especializada en sistemas de pago por móvil y web para el comercio electrónico. Braintree saltó rápidamente a la fama, ocupando el puesto 47 en la lista de 2011 de Inc. Magazine en su lista de 2011 de las 500 empresas de más rápido crecimiento. En 2012, Braintree adquirió Venmo, una aplicación que facilita las transferencias electrónicas de dinero entre usuarios, por 26,2 millones de dólares.
En 2013, Braintree procesaba 12.000 millones de dólares en pagos al año, 4.000 millones de ellos a través del móvil. Este éxito atrajo a PayPal, que adquirió Braintree por 800 millones de dólares en septiembre de 2013. La venta dejó a Bryan Johnson con más de 300 millones de dólares, lo que le impulsó a emprender nuevas empresas.
Fondo OS: Invertir en el futuro
En octubre de 2014, Bryan Johnson anunció la creación del OS Fund, una empresa de capital riesgo centrada en empresas científicas y tecnológicas en fase inicial. Respaldó el fondo con 100 millones de dólares de su capital, para apoyar soluciones innovadoras a algunos de los problemas más acuciantes del mundo.
Recientemente, el fondo ha cambiado su enfoque hacia las startups de la Web 3.0, afirmando que:
"OS Venture invierte en startups y proyectos de infraestructura web 3.0 en fase inicial. Identificamos proyectos con ideas innovadoras para los problemas actuales de blockchain y trabajamos con ellos desde la ideación hasta la estrategia y la adopción del mercado" - OS Ventures (osventure.com)
Núcleo: El puente entre el cerebro y la tecnología
El proyecto más ambicioso de Bryan Johnson hasta la fecha es Kernel, fundado en 2016 con una inversión de 100 millones de dólares del propio Bryan Johnson. La misión de Kernel es crear dispositivos que monitoricen y registren la actividad cerebral, transformando potencialmente nuestra comprensión del cerebro humano.
En 2020, Kernel presentó unos dispositivos similares a cascos capaces de medir las señales eléctricas y hemodinámicas del cerebro. Estos dispositivos prometen aplicaciones en el estudio de la enfermedad de Alzheimer, el envejecimiento, las conmociones cerebrales, los estados de meditación y los accidentes cerebrovasculares. También podrían ayudar a comunicarse a personas paralíticas y proporcionar nuevas terapias para problemas de salud mental.
Proyecto Blueprint: La búsqueda de la longevidad
Además de sus esfuerzos tecnológicos, Bryan Johnson ha cobrado notoriedad por su controvertida iniciativa antienvejecimiento, Project Blueprint, lanzada el 13 de octubre de 2021. Bryan Johnson afirma haber mejorado varios biomarcadores mediante prácticas como la restricción calórica, el ayuno intermitente, la ingesta de numerosos suplementos y medicamentos, el mantenimiento de un estricto horario de sueño y la realización de frecuentes pruebas diagnósticas.
Uno de los aspectos más controvertidos del Proyecto Blueprint consistió en que Johnson recibiera una serie de seis transfusiones mensuales de plasma de un litro, en una de las cuales su hijo actuó como donante. Johnson ha abandonado esta práctica debido a la falta de beneficios observados, una postura apoyada por la FDA, que ha advertido contra tales procedimientos.
A pesar del escepticismo de algunos expertos, Bryan Johnson sigue comprometido con su riguroso régimen dietético y de estilo de vida en pos de la prolongación de la vida. Críticos como Moshe Szyf, profesor de farmacología de la Universidad McGill, y Andrew Steele, científico especializado en longevidad, sostienen que la genética desempeña un papel más importante en la determinación de la esperanza de vida del que pueden influir los métodos de Johnson.
Conclusión
La trayectoria de Bryan Johnson, que pasó de vender teléfonos móviles a ser pionero en interfaces cerebro-ordenador y explorar técnicas antienvejecimiento, pone de manifiesto su incesante afán de innovación y mejora. A través de Braintree, OS Fund, Kernel y Project Blueprint, Bryan Johnson sigue superando los límites de lo que la tecnología y la ciencia pueden lograr, inspirando a otros a pensar con audacia y perseguir ideas transformadoras.