Rusia, miembro de los BRICS, se prepara para utilizar la criptomoneda en sus transacciones comerciales, en un contexto mundial de tensiones geopolíticas y sanciones económicas. Esta decisión podría cambiar el panorama comercial internacional al ofrecer a Rusia una alternativa a los sistemas financieros dominados por el dólar estadounidense.
Una respuesta estratégica a las sanciones
Desde que los Estados Unidos impusieron sanciones en respuesta a la invasión de Ucrania, Rusia ha buscado formas de eludir esas restricciones. El uso de la criptomoneda para pagos comerciales es una estrategia clave para mitigar los efectos de las sanciones y facilitar el comercio con otros países. A partir del 1 de septiembre de 2024, Rusia lanzará pruebas sobre intercambios de criptomonedas y tokens digitales para transacciones transfronterizas, marcando así un punto de inflexión en su política económica. El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, anunció que Rusia implementará dos nuevos exchanges de criptomonedas administrados por el estado, que permitirán aceptar y enviar criptomonedas con otros miembros de los BRICS y socios comerciales.
Los BRICS en busca de la desdolarización
La alianza BRICS, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, tiene como objetivo reducir el dominio del dólar estadounidense en el comercio internacional. La adopción de la criptomoneda por parte de Rusia se inscribe en este proceso de desdolarización, que tiene como objetivo establecer sistemas de pago alternativos y fortalecer las economías de los países miembros. Al incorporar la criptomoneda en sus transacciones, los BRICS esperan crear una red comercial más resistente y menos vulnerable a las fluctuaciones del dólar.